
Las catacumbas de Priscilla son el testimonio mejor conservado de la vasta zona funeraria que atravesaba la Via Salaria. Los núcleos primitivos de este subterráneo, uno de los más grandes y antiguos de Roma, se remontan a finales del siglo II, como lo demuestran las numerosas inscripciones con los nombres de Pedro y Pablo. Su denominación fue tomada de la propietaria del terreno, la matrona romana Priscilla, cuyo hijo habría hospedado a San Pedro.
La “capilla griega” es la parte más antigua que debe su nombre a las dos inscripciones en letras griegas pintadas en rojo en los nichos que ocupan este lugar, y que en origen se utilizaba para refugiarse y refrescarse gracias a unos supuestos juegos de agua con ornamentos que contrastaban el calor del verano.
Las escenas pintadas narran episodios del Antiguo Testamento; entre ellas la más famosa es la escena conocida como “fractio panis” así llamada por las imágenes que representan siete personajes alrededor de una mesa, cuyo primer comensal está a punto de partir el pan, gesto sagrado que alude a la comida eurcarística.
En el siglo III, debajo de esta región, se excavó un segundo piso que comprende una galería más larga con más de veinte galerías laterales más pequeñas. Otra región se desarrolló alrededor del antiguo núcleo “del arenario” donde se conserva una pintura con la imagen más antigua de la Virgen con el Niño. En el siglo IV se construyó una basílica en las catacumbas, llamada San Silvestro, que hoy se halla en gran parte reconstruida.
Informaciones
For the opening times and guidelines please check the official website
www.catacombepriscilla.com/index_en.html

Location
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