Palacio Besso

El palacio con vistas al actual Largo Argentina se levanta sobre los restos de los Baños de Agripa, con varias fases de construcción, en una zona de particular importancia histórica y monumental donde la vida ha transcurrido sin interrupción desde la época romana hasta la actualidad. En el siglo XV, el edificio ya era habitado por los Rustici, una importante familia romana. En 1606 el palacio fue comprado por el cardenal Ottavio Paravicini, quien lo hizo ampliar por el arquitecto Domenico Paganelli. En 1649, después de varios propietarios y cambios de uso, los Strozzi, la famosa y adinerada familia florentina adquirió el palacio y lo transformó nuevamente. El palacio alcanzó así su estructura definitiva, muy compleja y articulada en torno a los cuatro patios, aunque lo que más despertaba admiración fue principalmente la decoración de sus interiores y opulento mobiliario.

A principios del siglo XVIII, el edificio también acogía el famoso museo fundado por Leone Strozzi que exhibía hallazgos de objetos naturalistas y etnográficos, gemas, monedas, mármoles antiguos y diversas curiosidades, así como un sistro egipcio (un antiguo instrumento música) y un clavo del Panteón. Varias obras de arte decoraban los pasillos, incluido el San Lorenzo sulla graticola (San Lorenzo de la parrilla) de Gian Lorenzo Bernini, hoy en la Galería de los Uffizi. Permaneció de propiedad de los Strozzi durante más de dos siglos, hasta que, a finales del XIX el edificio pasó al Banco Tiberina que lo transformó con importantes obras de demolición y reconstrucción que terminaron en 1886.  En 1905 Marco Besso compró todo el inmueble y adaptó el primer piso como vivienda familiar y organizó su vida alrededor de la biblioteca que fundó y luego traspasó, junto con la propiedad del palacio, a la Fundación que él mismo instituyó en 1918.

A pesar de los cambios y la nueva fachada de estilo Umbertino, el palacio actual aún conserva una nobleza de líneas y decoraciones en los portales ornamentados, ventanas y cornisas. En el patio principal se puede admirar un balcón cerrado con cristales, un elegante ejemplo de las técnicas de construcción de metal de finales del siglo XIX. El vestíbulo de entrada también testifica el sabor ecléctico de la época con techos de estuco con motivos geométricos y floreales y grandes lámparas de araña de hierro y vidrio. Entre los interiores, cabe mencionar la Sala del Consiglio, famosa por su monumental techo de madera artesonado con el escudo de armas del siglo XVII Strozzi-Majorca y por los frescos de Tarquinio Ligustri, que se descubrieron  en 1985 durante las obras de restauración; y la “Sala dei Lumacconi” o Salón Chino, con techo adornado con artesones de madera y pintado con motivos marinos (inspirado en la famosa colección de Naturalia de Leone Strozzi) y el friso sobre lienzo con paisajes marinos atribuidos a Giacinto Calendrucci. El verdadero corazón de la casa, sin embargo, es la Biblioteca: los muebles de madera de principios del siglo XX, el balcón con balaustrada de metal en estilo Art Nouveau, las rejillas de aireación del piso de latón perforado crean un ambiente muy sugestivo.

Para dar a conocer la colección de arte de Maro Besso, en 2018 se ha creado una ruta museística: la Fundación organiza visitas guiadas una o dos veces al mes en las salas históricas y en la zona nueva del museo.