





Situado en la piazza di Monte Citorio, frente al palacio que alberga la Cámara de Diputados de la República Italiana, el Obelisco Campensis, junto con el de la piazza della Minerva, data de la dinastía saítica (XXVI), que duró del 672 al 525 a. C. El faraón Psamético II ordenó su construcción sobre el emplazamiento original de Heliópolis.
Elaborado en granito rojo, mide 21,79 metros de altura, y 33,97 metros con la base y el globo.
Fue traído a Roma por Augusto en el año 10 a. C. junto con el Obelisco Flaminio y fue erigido en el Campo de Marte sobre un pedestal con una dedicatoria al emperador: «IMP CAES DIVI FIL AUGUSTUS PONTIFEX MAXIMUS IMP XII COS XI TRIB POT XIV AEGYPTO IN POTESTATEM POPULI ROMANI REDACTA SOLI DONUM DEDIT» («El emperador Augusto, hijo del Divino César, Pontífice Máximo, proclamado emperador por duodécima vez, cónsul once veces, que ostentó el poder tribunicio catorce veces, habiendo puesto a Egipto bajo el poder del pueblo romano, lo entregó como regalo al Sol»).
La zona al pie y alrededor del obelisco estaba pavimentada con un mosaico que representaba los vientos, los signos del zodíaco y un reloj de sol. Probablemente servía de gnomon, la parte que proyectaba la sombra.
El Obelisco Campensis permaneció en pie hasta los siglos X u XI, pero, quizá debido a hundimientos provocados por terremotos o inundaciones, se derrumbó y fue enterrado gradualmente, cayendo en el olvido.
Su función astronómica, sin embargo, despertó gran interés entre eruditos y coleccionistas, por lo que se buscó con sumo cuidado y, tras varios intentos infructuosos, finalmente se descubrió. En 1748, el papa Benedicto XIV ordenó su extracción.
Fue hallado roto en cinco pedazos y gravemente dañado por un incendio. La extracción y restauración se encomendaron al ingeniero Antonio Zabaglia, un hombre sin estudios formales pero con un gran talento para la ingeniería mecánica. Transcurrieron otros cuarenta años y, finalmente, en 1792, el obelisco fue colocado en su ubicación actual, gracias a los esfuerzos de Giovanni Antinori.
Fue restaurado en 1965 y, en 1998, se rediseñó la plaza, recreando los elementos zodiacales y las guías en el pavimento y devolviendo al obelisco su función como reloj de sol.
Debido a su mal estado de conservación, muchas de las inscripciones se han perdido, conservándose únicamente una lista con los nombres de los faraones y una interpretación de los fenómenos naturales según la filosofía egipcia.
Obelisco Flaminio

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Obelisco Minerveo

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L’Obelisco della Minerva: la storia curiosa di un elefante di pietra al centro dell’incantevole piazza della Minerva.
Plaza de Monte Citorio

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