Monumento a Simón Bolívar

Roma, 1933: el homenaje de seis naciones

Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela: estas son las naciones bolivarianas que, en 1933, encargaron al célebre escultor piamontés Pietro Canonica una obra para celebrar al General Simón Bolívar, una de las figuras más emblemáticas de la historia latinoamericana.

La escultura, terminada al año siguiente, fue donada a la Municipalidad de Roma en memoria del juramento prestado por el patriota sudamericano en la Ciudad Eterna: fue de hecho el 18 de agosto de 1805 que el patriota venezolano, con poco más de veinte años, viajando por la via Nomentana, llegó al Monte Sacro, donde, inspirado por los acontecimientos históricos de la secesión de la plebe romana en el 494 a. C., se comprometió decididamente a liberar América Latina, declarando: "Juro ante vosotros, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi patria, que no descansaré mi brazo, ni descansaré mi alma, hasta que se hayan roto las cadenas que nos oprimen por la voluntad del poder español".

Un héroe latinoamericano en el corazón de Roma

Solemne e imponente, el monumento dedicado al legendario líder venezolano se alza a los pies de la Academia Británica, en el centro de la plaza del mismo nombre, enmarcado por la Galería Nacional y el Instituto Cultural de Japón. Inaugurada en 1934 e inicialmente ubicada en los jardines de viale Tiziano, la obra se trasladó posteriormente a la casa-estudio de Pietro Canonica en Fortezzuola, hoy un pequeño y encantador museo en Villa Borghese, donde permaneció hasta 1959, año del fallecimiento del artista. El 19 de abril de 1960, con motivo del 150.º aniversario de la independencia de Venezuela, el monumento se erigió definitivamente en su ubicación actual, también llamada Piazzale Simón Bolívar. También se colocó una placa de bronce al pie de la estatua, en homenaje a las victorias del gran general, junto con “la tierra de los campos de batalla donde triunfaron los ejércitos bolivarianos en su lucha por la libertad”, como reza la inscripción.

Un elegante símbolo de libertad y poder

El monumento al general, aunque inspirado en la estatua ecuestre limeña de Adamo Tadolini, alumno de Canova, representa al patriota venezolano en una pose menos dinámica, más armoniosa y serena.

En 1954, a petición del gobierno colombiano, Canonica creó un nuevo modelo de la escultura para una copia, ya que el prototipo original de yeso había sido destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Utilizado para crear copias posteriores en varias ciudades latinoamericanas, se conserva en el museo que lleva el nombre del artista, que en su día fue su estudio y residencia.

Fundida en bronce sobre una gran base de mármol, la obra representa a "El Libertador" sobre un elegante y grácil caballo, con su uniforme, su rostro orgulloso y digno, una expresión que transmite coraje y determinación. El héroe parece contemplar el viale delle Belle Arti, donde, reflejado, se yergue la estatua de otra figura legendaria de la historia sudamericana, el general argentino José de San Martín.

Foto: Redacción de Turismo de Roma

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