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Historia de los bañistas y nacimiento de las instalaciones

La spiaggia di Ostia

El baño, una práctica que se difundió en la edad moderna, es una expresión de la afirmación de un nuevo modelo social. Kursaal, grandes hoteles, establecimientos y alamedas empiezan a animar las costas de las grandes ciudades europeas, y el baño asociado a la vida urbana se convierte en una forma elitista del tiempo libre. En 1900 cambia el significado del baño al paso de una sociedad cada vez más dinámica: se reafirman las ciudades, centro de la producción de bienes y servicios, el estilo de vida urbano, se definen las clases sociales, se separa el momento de ocio del momento del trabajo. Lo que consigue el baño, considerado una fuente de bienestar tanto individual como colectiva en todos los períodos históricos, es la cultura del agua, que tiene sus raíces más antiguas en las civilizaciones griega y romana. La costa de la ciudad de Roma empieza a tomar forma en 1916 con el primer plan regulador del nuevo «Borgo marino» a cargo de la Asociación Artística de estudiosos de la Arquitectura. Volvamos atrás en el tiempo e intentemos imaginar cómo se planteaba «Ostia Nuova», una elegante y soleada «ciudad-jardín» destinada al ocio y a la regeneración física y espiritual, con avenidas arboladas y construcciones respetuosas con las características naturales de la zona: las dunas, la vegetación espontánea, el arenal y el mar. Los acontecimientos históricos y urbanísticos llevaron al desarrollo de un litoral diferente del que se había imaginado y en el que el período fascista representó un momento histórico importante para el desarrollo de esta parte de la ciudad. En los años veinte, la ferrovía Roma-Ostia Lido y la apertura de la autovía que unía la ciudad a su costa (la actual Via del Mare), llevaron a definir muy pronto el papel de esta parte de la ciudad: Ostia era al mismo tiempo el mar de los romanos y la periferia de la ciudad de Roma. Las instalaciones del establecimiento «Roma», construido en 1924 y destruido durante la Segunda Guerra Mundial, fue un símbolo fuerte y emblemático del litoral de los romanos; de estilo neoclásico, lujoso, elegante y de formas refinadas, representaba el punto de referencia y el espacio de agregación al que asistía la sociedad romana de los años veinte. Mujeres con trajes de baño enteros de pantalón corto, hombres con bermudas y camiseta de tirantes, gorros, gafas, accesorios femeninos, niños, señores elegantemente vestidos con quitasoles para protegerse del sol, sombrillas con forma de cabina en la playa, era lo que se encontraba en el Establecimiento Roma. Los años siguientes, con el aumento del flujo de bañistas y de residentes, el desarrollo de Ostia llevó a la proliferación de edificios indiferenciados hacia el interior y establecimientos de baño racionales y funcionales para las exigencias de los bañistas. Se abrieron establecimientos de gran prestigio a partir de los años treinta: el Rex (ahora Tibidabo), el Plinius, el Duilio, la Pineta (ahora Vecchia Pineta), el establecimiento de la Liga Naval. En esta época se utilizan elementos de construcciones navales, balaustradas, cubiertas, astas portabanderas. La fase de reconstrucción del litoral después de la Segunda Guerra Mundial vio durante los años cincuenta la atención que puso el cine en esta parte de la ciudad, transmitiendo una imagen de lugar destinado a la evasión y a lo mundano. La costa fue escenario y fuente de inspiración para las obras de grandes directores y actores del cine italiano como Los inútiles de Federico Fellini, Un domingo de agosto de Luciano Emmer, Feos, sucios y malos de Ettore Scola, Mamma mia qué susto con Alberto Sordi, que representan con ironía el ingenuo arrojo del italiano inmediatamente después de la guerra. Estas comedias están también acompañadas por películas dramáticas que describen la marginalidad de Ostia, como las obras de Pier Paolo Pasolini. La arquitectura de los establecimientos de baño es extremadamente ecléctica, llena de símbolos, formas y colores. No fueron menos importantes los arquitectos que trabajaron en este período, tenemos el ejemplo del Kursaal a la salida de la via Cristoforo Colombo, realizado sobre un proyecto de Attilio Lapadula y Pier Luigi Nervi con la extraordinaria cubierta en forma de bóveda nervada del edificio. Date una vuelta por el paseo marítimo e imagina que estás en el pasado, tomándote un refresco mientras caminas por el muelle del Establecimiento Roma, el establecimiento de baño más grande y lujoso de Europa, o disfrutando de una buena comida a precios asequibles en Battistini, el primer establecimiento de baño de Ostia. ¿Pero qué queda hoy de todo esto? Descúbrelo dando una vuelta por el paseo marítimo y visitando los establecimientos de baño, no solo los más conocidos.

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