Academia Nacional de San Luca

La actual Academia Nacional de San Luca tiene su origen, tras una serie de transiciones entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera mitad del siglo XVII, en la antigua Universidad de las Artes de la Pintura de Roma, cuyos primeros estatutos datan de 1478 y cuyo frontispicio representa a San Luca recibiendo las Reglas del Arte de manos de cuatro miembros de la Universidad. El retablo (tradicionalmente atribuido a Rafael) de la pequeña iglesia de San Luca en el Esquilino, primera sede de la Universidad, estaba dedicado al santo evangelista, patrón de los pintores. Posteriormente se trasladó a la iglesia de los Santos Luca y Martina en el Foro Romano, y finalmente al palacio Carpegna, donde se conserva en la actualidad.

Después de 1634, los arquitectos se convirtieron en miembros de la Academia con la misma autoridad que los pintores y escultores. Desde 1705, la Academia adoptó como emblema un triángulo equilátero, compuesto por un pincel, una vara y un compás, para expresar la igual dignidad y unidad de las tres artes: pintura, escultura y arquitectura bajo la égida del dibujo, como lo reitera el lema horaciano “aequa potestas” que lo acompaña.

El cuerpo académico está compuesto por un total de ciento ochenta académicos (noventa nacionales, treinta extranjeros, treinta y seis académicos y veinticuatro académicos honorarios). El cargo más alto de la Academia, que siempre se ha asignado rotatoriamente a un representante de cada arte, lo ocupó un príncipe hasta la aprobación de los estatutos en 1812, asistido en sus funciones institucionales por dos cónsules. El último Príncipe fue Antonio Canova. Tras él, el cargo pasó a ser Presidente.

Fiel a su tradición, la Academia promueve actividades culturales destinadas a promover las bellas artes. Las salas académicas se utilizan para presentaciones de libros, congresos y convenciones. Se presta especial atención a jóvenes artistas y académicos mediante la concesión de premios y becas, una práctica que se remonta a finales del siglo XVI. La Galería exhibe parte de las colecciones académicas, algunas de las cuales consisten en pinturas, esculturas y dibujos creados para concursos celebrados regularmente desde la fundación de la Academia. Otras obras se encuentran en las salas académicas, las oficinas de la Secretaría, el Salón de Congresos, la Biblioteca Académica, la Biblioteca Sarti, el Archivo Histórico y a lo largo de la rampa en espiral.