Viaje por los sugestivos pueblos de los Castelli Romani

El área geográficamente indicada como Colinas Albanas, situada al sureste de Roma, se caracteriza por numerosos pueblos llamados Castelli Romani ya que, en su historia, todos han atravesado un período de sometimiento al señor del lugar. Ya desde la antigüedad y continuando durante el renacimiento, el área era muy apreciada por el clima saludable y ventilado; emperadores, pontífices y dignatarios eclesiásticos hicieron construir, entre los lagos y los antiguos cráteres volcánicos, lujosas residencias muy bien preservadas.

El magnífico entorno natural que une la zona es hoy Parque Regional de los Castelli Romani y ofrece múltiples itinerarios no sólo histórico-artísticos, sino también excursiones y paisajismo al alcance de todos.

La zona incluye 17 municipios y varias rutas a recorrer a pie o en bicicleta para descubrir no sólo las bellezas arquitectónicas y naturalistas sino también las excelencias vinícolas y gastronómicas de la cocina tradicional. No se pierda: el pan de Genzano y Lariano, el vino DOP del territorio, las uvas de Colonna, las "coppiette" de Ariccia, tiras picantes de carne seca, los melocotones de Castel Gandolfo y la "pupazza" de Frascati, una galleta de mantequilla aromatizada con miel.

A continuación, señalamos algunos de los pueblos más interesantes.

Ariccia

Situado entre Albano y Genzano, se accede desde el puente monumental considerado una de las obras de ingeniería más importantes del siglo XIX. El vital centro de la ciudad se levanta en un espolón rocoso con vistas a Vallericcia, antiguo estanque lacustre seco donde se encuentran los restos de la antigua Ariccia y de la vía Appia.

La hermosa plaza de Corte fue diseñada por Bernini y alberga la iglesia de la Asunción y el Palacio Chigi, que se puede visitar junto con el vasto parque. No se puede perder tampoco el Chalé Volterra y el Santuario de Santa Maria di Galloro. Ariccia es además famosa en todo el mundo por su cochinillo IGP al que está dedicado una fiesta en el mes de septiembre. Entre los siglos XVIII y XIX, la ciudad fue el destino de artistas y escritores que vinieron aquí para su Gran Tour por Italia, alojándose en la famosa Locanda Martorelli.

Castel Gandolfo

Insertado en el club de los Borghi más bellos de Italia, Castelgandolfo se asoma al lago Albano desde el borde del cono volcánico y es rico en puntos de interés histórico-artísticos, entre los cuales se señala: la iglesia de Santo Tommaso da Villanova, diseñada por Bernini, el Palacio Pontificio, obra de Maderno con la colaboración del mismo Bernini, construido en el antiguo castillo feudal, y las Villas Pontificias Cybo y Barberini con los Jardines Pontificios, queridos por el Papa Urbano VIII. 

La ciudad alberga también interesantes sitios arqueológicos: la Villa romana de Publio Clodio Pulcro y la Villa albana del Emperador Domiciano, hoy visibles en el interior de Villa Barberini, además de dos fuentes a orillas del lago. El lago, además, está equipado para el baño, y tiene una hermosa ruta que lo rodea transitable tanto a pie como en bicicleta.

Frascati

En la falda del Monte Tuscolo, se sitúa Frascati conocida como Ciudad del Vino y rica de obras artísticas y arquitectónicas importantes, como el Palacio Episcopal del siglo XV y la imponente Iglesia de San Pedro, catedral de la ciudad, obra del Mascherino.

Cuando los visitantes llegan a la plaza Marconi se les presenta una zona de estacionamiento y una visión inmensa sobre Roma; a sus espaldas Villa Aldobrandini, flanqueada por el edificio de las Caballerizas (hoy museo arqueológico y centro de congresos), es uno de los lugares más fascinantes de la zona, diseñado a finales del siglo XVI y equipado con amplios jardines en terrazas. A pocos pasos del centro, donde Villa Torlonia fue destruida durante la guerra, se puede ver el jardín, ahora un parque público, y el Teatro delle Acque. En la ruta de senderismo de Frascati a Tuscolo también se encuentra Villa Falconieri, la primera villa importante de Frascati, construida a mediados del siglo XVI y ampliada en el siglo siguiente por Francesco Borromini. Por lo general, se permiten visitas los domingos por la mañana. También se puede visitar Villa Mondragone en el camino hacia Monte Porzio Catone, Villa Tuscolana y Villa Grazioli que hoy se han convertido en hoteles.

Genzano di Roma

Su fama es debida a las sugestivas y llamativas alfombras floreales de la “infiorata”, una representación de carácter religioso y popular que se celebra el domingo del Corpus Domini desde finales del siglo XVIII. Los pétalos de flores, artísticamente colocados, dan vida a auténticas obras de arte que cubren la calle principal hacia la catedral del pueblo. A partir del siglo XVII, la noble familia Sforza-Cesarini construyó el palacio del mismo nombre y un romántico jardín del siglo XIX con vistas al lago Nemi, cambiando la apariencia del pequeño pueblo. Genzano también alberga varias iglesias importantes: Santa Maria della Cima, Santissima Trinità, San Franceso y   Santissima Annunziata. Entre las delicias gastronómicas locales, recomendamos el fragante pan casero IGP de los hornos antiguos y los tradicionales productos de charcutera de los expertos matarifes de Norcia del siglo pasado.

Grottaferrata

Ubicado a 300 metros de altura, este elegante pueblo alberga la famosa Abadía de San Nilo, en la cual los monjes brasileños celebran el rito religioso bizantino. En la Santa María, la iglesia de la abadía, se encuentra la Grotta Ferrata (cripta ferrata) y la espléndida Capilla Farnese, pintada al fresco por Domenichino. El edificio conserva el criptopórtico de una antigua villa romana, un Museo Arqueológico, una valiosa Biblioteca, un encantador claustro y un prestigioso Laboratorio de Restauración de libros Antiguos. Cerca de mil tumbas que datan del siglo II -V d.C. caracterizan la zona de las Catacumbas de Decimum, distribuidas en dos cuevas abovedadas excavadas en la toba, que se ramifican por más de 200 metros.  

Marino

Este pueblo encantador es un antiguo asentamiento romano que se asienta sobre un espolón de roca volcánica. Cuenta con un espléndido centro histórico, un bien de la familia Colonna, que ahí erigió su fastuoso palacio y la Basílica de Santa Barnaba. Es una de las ciudades del vino por antonomasia: cada año, en octubre, su delicioso vino blanco se celebra con la Sagra de la Uva, durante la cual la preciada bebida brota de las fuentes del centro del pueblo. No se pierdan una sugerente visita al subsuelo, donde se suceden unas cuevas excavadas en la roca de peperino en las que se almacenan barricas de vino. No se pierdan las deliciosas y famosísimas roscas de mosto de uva de este lugar.

Nemi

El pueblo de Nemi se encuentra con vistas al homónimo lago y es famoso por la producción de fresas, celebrada cada año en junio con la ya histórica fiesta. El corazón de la ciudad se desarrolla alrededor del Palacio Ruspoli desde donde poco más allá se llega a la iglesia del siglo XVI de Santa María del Pozzo. No hay que perderse sin duda la visita al Museo de las Naves Romanas que alberga los restos de dos grandes barcos, verdaderas villas flotantes, encontradas en los años 30 en las aguas del lago, junto con material de interés histórico y arqueológico excepcional.

Rocca di Papa

 A casi 700 metros de altitud, Rocca di Papa ofrece una de las vistas paisajísticas más bellas de la zona apreciable en particular por el Belvedere de la Fortaleza Pontificia, estructura defensiva erigida en el siglo XII y utilizada durante cerca de 4 siglos. Bajando por las callejuelas del pueblo descubrimos hermosos murales que cuentan historias y situaciones antiguas y modernas. Desde Rocca di Papa se puede subir en coche a la localidad llamada Campi de Annibale, un antiguo cráter a 800 metros de altitud. Desde aquí se puede seguir a pie el trazado de la antigua vía Sacra que, en época romana, conducía al templo de Júpiter del Lacio, situado en la cima de Monte Albano, hoy Monte Cavo. Caminando a lo largo de la vía Sacra se llega a un punto panorámico llamado el Occhialone que permite ver los dos lagos volcánicos y el mar en el fondo en un solo vistazo. A poca distancia de los Pratoni del Vivaro, a los que también se puede llegar en coche desde la Via dei Laghi, son lugares de elección para excursiones, salidas al campo y actividades de equitación.

Tusculum y Barco Borghese

Fácilmente accesible desde Frascati, las ruinas de la antigua Tusculum merecen sin duda una visita. El sitio alberga restos de época romana y medieval entre los cuales quedan bien visibles el Foro con el Teatro romano, parte de las murallas de la ciudad y un Anfiteatro, además de parte del enlosado antiguo a lo largo de la llamada Vía dei Sepolcri.

Entre Frascati y Monte Porzio Catone, con vistas al valle circundante, se encuentra el complejo arqueológico de Barco Borghese. El yacimiento consiste en una gran explanada cuadrangular, presumiblemente el vasto sótano de una villa romana, que consta de una unas 180 habitaciones con bóveda de cañón. A lo largo de los siglos, los ambientes de la villa fueron destinados a usos distintos: cisternas, almacenes y granjas de setas.